Luna inhaló hondo y miró el correo electrónico que Nigel le había enviado en su teléfono.

Tras pulsar el botón de su collar, Nigel había escuchado toda la conversación.

El niño le había enviado la prueba.

Luna avanzó con elegancia y se puso en medio de la multitud. "Señor Walter, ¿me puede prestar un proyector?".

Cinco minutos más tarde, Luna conectó su teléfono al proyector y abrió el documento.

"Se trata de un conjunto de estadísticas sobre un grupo de internautas que han estado desacreditándome en Ciudad Banyan. Según la dirección IP y el origen de la señal, los internautas son de una empresa de Internet registrada en el extranjero, y el propietario legal de esta empresa es el mayordomo".

Al instante, la multitud estalló en un frenesí.

Dennis se volteó para mirar al mayordomo con sorpresa. El mayordomo, por su parte, señaló discretamente en dirección a Alice y permaneció en silencio.

Dennis enterró la cara entre las manos con impotencia.

Alice y el mayordomo hicieron todo