Winson frunció el ceño y miró a su alrededor. "¿Quién te protege?".

Sonriéndole a Gwen, le dijo, "Vamos, vieja amiga. No soy un mal tipo. No tienes por qué desconfiar tanto de mí".

En ese momento, se acercó al lado de Gwen y extendió la mano para ponérsela en el hombro. "Solo quiero llevarte a casa, eso es todo".

Gwen frunció el ceño y movió su cuerpo para evitar su mano. Una leve sonrisa seguía dibujada en su rostro. "Hace mucho tiempo que no nos vemos. No quiero molestarte".

Inmediatamente después, le hizo un gesto con la mano y se apresuró a irse.

Winson se quedó donde estaba y miró a Gwen corriendo hacia la calle de al lado. Entrecerró los ojos. De repente, sonó su teléfono.

"¿Seguro que es Gwen Larson?". Un hombre habló fríamente desde el otro lado del teléfono.

Winson frunció el ceño, "Sí, es ella. Hablamos y ya tengo su contacto".

"Eso está bien". El hombre continuó hablando fríamente, "Piensa en una manera de engañarla para que vuelva a Ciudad del Mar".

"Lo sé." Winson