Las lágrimas de Gwen se filtraron a través de la camisa de Steven, mojando su pecho.

Sintiendo sus lágrimas y escuchando lo agraviada que sonaba, Steven tuvo un impulso por ese momento.

Tuvo el impulso de admitir que era Luke Jones, y esto le desconcertó enormemente.

Todos estos años, aunque no se encontró con muchas mujeres, aún había algunas que querían acercarse a él. Esas mujeres han utilizado formas y tácticas variadas, pero él ni una sola vez cayó en la trampa.

Sin embargo, la mujer que tenía delante era diferente del resto. Podía sentir su dolor. Podía entender su corazón roto y su impotencia.

Era tan débil y frágil que le rompía el corazón verla.

Era tan desgarrador que incluso pensó en fingir ser el Luke Jones que ella buscaba, sólo para consolarla un poco.

Sin embargo, su racionalidad le decía que no podía hacer eso. Tenía una prometida, después de todo, y Kate había estado a su lado durante tanto tiempo. No podía defraudarla.

Incluso consolar a esa desconocida equiva