Aunque la cara del hombre seguía borrosa, la belleza de Kate resplandecía en la nueva foto. La felicidad también se reflejaba en su rostro.

Gwen arrugó la frente. El ángulo de la foto le resultaba ligeramente familiar.

Desde ese ángulo, podía ver claramente que el hombre que abrazaba a Kate tenía la misma altura y el mismo cuerpo que Luke. Incluso sin saber cómo era el hombre, Gwen se dio cuenta de que su cuerpo, sus movimientos y su temperamento eran parecidos a los de Luke.

Se quedó mirando la televisión un largo tiempo antes de apagarla. Eso explicaba por qué Kate no se sintió mal cuando Luke falleció; encontró un sustituto y ya no se revolcaba en la tristeza por la pérdida de Luke.

¿Y yo qué? Gwen suspiró y sacó el móvil. Entró en su cuenta de Twitter, que tenía descuidada desde hace tiempo. Publicó una foto de sí misma caminando en la nieve con una leyenda.

[Han pasado casi dos meses. ¿Cuándo podré dejarlo ir?]

Después de publicarla, estiró el cuerpo y volvió a la habitación