Luna entrecerró los ojos cuando vio la imagen de Sean, y luego se volteó para mirar a Thomas. "¿Qué demonios quieres?".

"Quiero trabajar contigo". Thomas colocó una mano elegantemente sobre su rodilla mientras la otra permanecía apoyada en el respaldo del sofá y le devolvió la mirada con indiferencia. "Parece una oferta razonable, ¿no? ¿Recibir a dos personas a cambio de firmar un contrato conmigo?".

"Sin embargo, tienes otra opción: rechazar mi oferta y dejar que tu esposo y tu hermano continúen buscando a mis rehenes, pero...".

Él retiró la mano del sofá, levantó la taza de té para tomar un sorbo y miró impasible a Luna. "El hecho de que capturé a estas dos personas sin que nadie se diera cuenta significa que soy completamente capaz de hacer lo contrario: esconderlas en un lugar tan oscuro que ni tu esposo ni tu hermano podrán encontrarlas en tres días".

Le echó un vistazo al vídeo que se mostraba en la pantalla y agregó: "Puedes ver lo sucio que está este calabozo, tal vez esté