Luna y Joshua esperaron fuera de la sala de operaciones durante diez horas.

Durante ese tiempo, Jim llegó y, después de haberle preguntado sobre la condición de Riley, él se sentó con Luna por un momento para hacerle compañía.

Sin embargo, él no se quedó mucho tiempo, ya que a Bonnie solo le quedaba un tiempo limitado en este mundo, y tenía que apreciar cada segundo que tenía con ella.

Después de diez horas, los doctores salieron del quirófano con los rostros grabados de alegría.

El cirujano encargado estrechó las manos de Joshua emocionado y declaró: "¡Felicitaciones, Señor Lynch! ¡La operación fue un éxito! ¡Riley es una niña afortunada y su condición está estabilizada!".

"Con mucho cuidado, ¡ella podrá recuperarse y crecerá como una niña feliz y saludable!".

Luna, que estaba a punto de quedarse dormida por el agotamiento, inmediatamente saltó al escuchar esta buena noticia.

Ella se adelantó y agarró los brazos del doctor. "¿Puedes decirme cómo deberíamos cuidarla? ¡Estoy disp