Quizás Gwen no podía entender lo que Luke quería decir, pero Joshua sabía exactamente de lo qué él estaba hablando.

Las cejas de Joshua se fruncieron mientras miraba a Luke con una expresión pasiva. "Tener un cuerpo saludable no es una excusa para que hagas lo que quieras".

Joshua se volteó y miró a Gwen. "¿Tengo la razón?".

Gwen estaba tan concentrada en la expresión de Luna que se perdió la conversación entre Joshua y Luke. Por lo tanto, Joshua la tomó desprevenida y ella finalmente tartamudeó: "Sí…".

Gwen le susurró al oído de Luke, tan suavemente que sólo él podía escucharla: "¿De qué estaban hablando hace un momento?". Sus mejillas se sonrojaron como unos duraznos maduros.

A Luke le costó contenerse para no mordisquear sus mejillas. Si ellos no estuvieran en la casa de Joshua, él habría abrazado a Gwen y la habría besado hasta quedarse sin aliento.

Desafortunadamente, ellos estaban allí.

Luke curvó los labios y pellizcó las mejillas de Gwen con ternura. Cómo él la adoraba.