Los periodistas se marcharon incrédulos.

Cuando todos los periodistas se fueron, Joshua miró a Luna con frialdad. Él le acercó el pañuelo que tenía a su lado. "Gran actuación".

Al escuchar sus palabras, Luna sintió que sus lágrimas eran sólo una broma. Ella aceptó los pañuelos y se secó las lágrimas. Ella dijo de manera burlona: "Su actuación también es genial, Señor Lynch".

"No estaba actuando". Joshua miró profundamente a Luna. "Te he visto como Luna Gibson hace un momento".

Luna lo encontró gracioso. "Entonces, ¿las cosas que ha dicho hace un momento eran de corazón?".

¡Ella no se creyó ni una sola palabra!

Él parecía haberle leído la mente. Joshua se levantó con calma. "Puedes creer lo que quieras".

Luego, se levantó y se alejó.

Luna seguía sentada en su silla.

Después de unos pasos, Joshua se detuvo. "¿Por qué no te mueves, no quieres ir al manicomio?".

Luna hizo una pausa antes de levantarse de un salto. "¿Ya nos vamos?".

"¿Si, no?".

Joshua no se volteó. Sólo miró al