Hace diez minutos, cuando Sean salió de la casa, Nikki estaba perfectamente bien, sin un solo indicio de un ataque inminente.

No sólo eso, sino que el agarre de ella en su brazo se sentía fuerte y resistente.

Según su experiencia, Nikki siempre presentaba señales de advertencia antes de sufrir un ataque, y nunca habían surgido de la nada.

Sean frunció los labios y escuchó atentamente por un momento. De repente, él pudo escuchar que Nikki se estaba forzándose a sí misma para sonar más débil de lo que realmente era.

Él supo inmediatamente lo que Nikki estaba tramando, así que suspiró y le respondió: "Nikki, no es bueno mentirle a los demás".

Nikki dijo débilmente: "Sean, estoy diciendo la verdad. Necesito ir al hospital... ¿Puedes...?".

Al ver que ella aún estaba fingiendo, Sean perdió toda su paciencia. "Nikki, no me importaría que actuarás así normalmente, ¡pero la situación de la Señorita Craig es una emergencia! No es posible que quieras que ella muera sólo porque la consideras