Caleb se sorprendió de que Rachel pudiera estar tan tranquila en todo esto.

Incluso Theo se quedó un poco aturdido. Él guardó silencio por un momento antes de decir con una voz ronca: "No es necesario. Yo mismo encontraré un lugar para enterrarla y también pagaré por el servicio funerario".

Luego, él dejó escapar un suspiro mientras miraba a Rachel. "No quería que me pagaras por el retrato que te hice, lo hice por mi propia voluntad".

"Por favor, quédatelo como un regalo mío".

"No es necesario", le interrumpió Rachel secamente. "Nunca acepto regalos de extraños. Deberías saber que cuando recibo regalos de personas que no conozco, los tiró a la basura o les devuelvo el dinero por su amabilidad".

"Sin embargo, como mis retratos, no pienso tirarlos, así que quiero devolverte el esfuerzo".

Ella bostezó y continuó impasible: "Por favor, no rechaces mi oferta, Señor Allen. De lo contrario, me pondrá en una posición muy difícil".

Luego, ella recogió la bolsa de plástico, que contenía u