Bonnie frunció el ceño inmediatamente al escuchar esa voz.

Sean y ella levantaron la cabeza al unísono, se dieron cuenta de repente que había una persona sentada en el banco de piedra en la esquina del jardín.

Aunque estaba oscuro y ella no podía distinguir su rostro, Bonnie supo instantáneamente que era Jim, basándose en el sonido de su voz y en el aura fría e inaccesible que emanaba de su cuerpo.

Sin embargo, a pesar de saber que él estaba allí, ella no se sintió avergonzada por lo que acababa de decir sobre él, sino que frunció el ceño con disgusto. "¿Qué haces aquí?".

¿No se supone que él debe estar pasando tiempo con su preciosa Charlotte a estas horas?

¿Por qué estaba en el jardín?

Jim no pudo evitar hacer una mueca al escucharla. "¿Por qué no puedo estar aquí, en el jardín de mi propia casa?".

Él se levantó, se acercó a Bonnie y le dijo con frialdad: "Además, no habría podido escuchar la confesión sincera de la Señorita Craig si no hubiera estado aquí".

Él entrecerró los