Jim interrumpió a Bonnie antes de que ella pudiera terminar su oración.

Su gélida mirada se posó en su rostro pálido, jurando con una voz fría y sin emoción: "Incluso si eso realmente sucediera, nunca dejaré que traigas a este niño al mundo, para que no puedas usarlo para amenazarme".

Dicho eso, él le apartó el brazo con tanta fuerza...

Bonnie perdió el equilibrio y todo su cuerpo se abalanzó hacia la columna más cercana.

Justo cuando ella estaba a punto de estrellarse contra la columna, Bonnie extendió su mano lesionada para agarrarla y mantener el equilibrio.

Con un fuerte chasquido, el peso de todo su cuerpo aterrizó sobre el dedo que ella se había roto anteriormente, fracturándolo una vez más.

Esta vez, le dolió mucho más que la primera.

Bonnie apartó lentamente su peso de la mano, rodeó la columna con ambos brazos y se desplomó lentamente en el suelo.

Un dolor insoportable le recorrió todo el cuerpo y su rostro estaba aún más pálido que la pared que tenía detrás.

Ella le