Mientras decía esto, Gwen señaló la fila de coches negros que estaban detrás de ellos. "Si te mantienen como rehén en la Mansión Landry y se niegan a liberarte, nos quedaremos allí hasta que cedan".

"Si eso sucede, los hombres de Luke seguramente los atacarían".

Dicho eso, Gwen agarró el brazo de Luna y le sonrió. "¿No es un plan genial?".

Luna se mordió el labio entre los dientes, demasiado sorprendida para decir una sola palabra. Un segundo después, ella asintió. "Es genial…".

Tan genial, de hecho, que ella nunca se atrevió a soñar con que esto sucediera.

¿Cómo Bonnie y ella podrían imaginar que un día, Luke Jones, el famoso líder de las pandillas de Ciudad del Mar y Ciudad Mercantil, las acompañaría a una negociación?

Ni en sus sueños más salvajes ellas habían imaginado que esto sucedería.

Sin embargo, Joshua no fue quien les hizo el favor, sino Gwen.

Tan pronto como ella pensó en esto, Luna se volteó para mirar a Luke.

En ese momento, Luke estaba mirando por la ventana con