Luna se mordió el labio y apartó la cabeza, temerosa de encontrarse con su mirada. "Yo... No recuerdo nada. Solo estaba diciendo tonterías...".

Joshua no tenía ganas de exponerla, así que él siguió sirviendo la avena en un tazón mientras decía: "Bueno, tampoco es algo malo recordarlo. Podría ser un buen recuerdo para conservar".

Dicho eso, él dejó escapar un suspiro y colocó el tazón de avena sobre la mesa del comedor. "Sin embargo, ya que recuerdas lo que pasó anoche, sabrás que te esforzaste mucho anoche, así que te sugiero que comas algo antes de irte. De lo contrario, me preocupa que ni siquiera puedas salir de la casa".

Luna se mordió el labio y miró sus piernas temblorosas. Finalmente, ella dejó escapar un suspiro y se dirigió a la mesa del comedor.

Joshua había preparado toda la comida que a ella le gustaba.

Luna se sentó frente a él con cierta timidez y comenzó a comer su avena.

Ella quería terminarla lo más rápido posible e irse de este lugar cuanto antes.

Sin embargo,