Al escuchar las palabras de Joshua, la mano de Luna, que estaba alimentando a Joshua, se estremeció un poco.

Después de un rato, ella apartó la mirada. "Deja de bromear".

Ella no se casaría con él.

Joshua frunció un poco el ceño. Él levantó su mano pálida para voltear el rostro de ella. Obligándola a encontrarse con su mirada.

"Luna, aunque estuve inconsciente, escuché cada palabra que me dijiste. ¿Aún... me odias?".

Luna dejó el plato sobre la mesa. Ella apartó su mano mientras fruncía el ceño y explicaba: "No. Ya no te odio".

No importaba lo que él hiciera, desde que Alice había muerto, él había hecho lo mejor que pudo por ella y sus hijos. Él incluso la rescató a ella y a sus hijos muchas veces, casi perdiendo la vida en el proceso. Ella no podía usar ese poco de odio que le tenía para ser siempre hostil hacia él.

Además, durante los últimos días, Luna siempre estuvo al lado de Joshua. Ella conocía claramente sus propios sentimientos. Ella todavía no podía dejarlo ir, todav