Mirando la tarjeta en sus manos, Luna sintió al instante un escalofrío. Ella no podía estar más familiarizada con la letra de la tarjeta.

Aura fue una vez una mujer inculta con una letra terrible. Más tarde, Luna le aconsejó que ella tenía que aprender a escribir bien para que coincidiera con su apariencia. Entonces, Luna le compró papel de calcar y la supervisó mientras practicaba la escritura todos los días. La hermosa y prolija letra de Aura se logró con la ayuda de Luna.

Y en ese momento, esa elegante letra cursiva que era producto del trabajo y esfuerzo de Luna apareció de nuevo ante sus ojos de esa manera.

"¿Qué ocurre?". Al ver que Luna miraba la tarjeta, inmóvil como una estatua, Joshua frunció el ceño y se acercó a ella. El hombre vio las palabras de la tarjeta tan pronto llegó con ella, y el pliegue entre sus cejas se hizo aún más profundo. Él sacó su teléfono. "Lucas, averigua de dónde proceden las flores que Luna acaba de recibir. Y la persona que hizo el pedido...".