Joshua era un hombre fuerte. Fiona sabía que si él se le acercaba, había muchas posibilidades de que ella no pudiera ganar en una lucha física contra él.

Por lo tanto, ella entrecerró los ojos, acercó el cuchillo a la cuerda que estaba atando a Nigel y amenazó: "¡Envuelve el contrato alrededor de una roca y lánzamelo!".

Joshua se congeló en su paso, y su expresión se llenó de molestia tan pronto como escuchó esto.

Sin embargo, él cumplió con la petición. Él se agachó para recoger una roca y se rio. "¿De qué te preocupas? He prometido casarme contigo y he jurado protegerte. ¿De verdad crees que romperé esa promesa?’’.

"Si actúas tan a la defensiva contra mí, ¿cómo será nuestro futuro?".

Había un toque de amabilidad en sus palabras duras y sin emociones.

Joshua nunca le había hablado así a Luna, así que ella se quedó desconcertada por un momento, tratando de averiguar si Joshua lo decía en serio o si simplemente estaba tratando de engañar a Fiona.

Sin embargo, una cosa estaba clar