"¿Nigel?". Fiona curvó los labios y formó una mueca. "Él está en la casa ahora mismo, recibiendo un castigo por lo que hizo. Los niños deben ser castigados si son desobedientes y van en contra de las órdenes de sus mayores".

Ella se movió a una posición más cómoda con gracia y continuó: "Joshua ya decidió anoche adoptar un enfoque más estricto con los niños, así que ahora él ha confiscado todos sus dispositivos. No solo no puedes contactarte con ellos, sino que incluso si vas a la Mansión Orchard o a la Villa Bahía Azul directamente, tampoco podrás verlos’’.

“Joshua dijo que desde que Luna les lavó el cerebro, ahora ellos están psicológicamente enfermos, por lo que él quiere enviarlos a un centro de educación profesional. A pesar de que se hace llamar un centro educativo, en realidad, solo es un lugar para mantenerlos encerrados en una habitación sin ventanas…”.

Anne se mordió el labio cuando escuchó eso. Su mano agarró el teléfono con tanta fuerza que sus nudillos se volvieron blan