Las palabras murieron ahí. Porque ambos observaron atónitos como John subía a un auto en compañía de una mujer muchísimo menor que él. Esta le abrazaba y él sonreía con júbilo. Nicholas se alejó de su madre y se fue a encararlo. Este al verlo palideció, salió del auto y charló con Nick.
—Nicholas, esa mirada es clara, pero no es lo que parece, no le digas a tu mamá…
—No es necesario, ella misma te ha visto. Firma el puto divorcio o te mataré.
Cuando John miró a Abi quiso acercarse, pero el puño de Nick impidió que avanzara.
—De verdad John, que eres una mierda.
— ¡No es lo que parece! No dejes de llamarme padre, te crie como mío.
—Me criaste para probar que le habías ganado a mi verdadero padre. Ya fuimos a hacernos las pruebas de ADN
Y su vida en Boston era buena, muy buena y ahora que conocía a Olivia, supo que era momento de dejar todo atrás. Trató de llamarla, pero saltaba el buzón de voz. Así que se sirvió algo de cenar y se puso a mirar una película.Christian llegó del club casi a media noche y mientras se disponía a contarle de lo sucedido su teléfono empezó a sonar, lo preocupó ver que era ella y respondió sin dudar.—Hola Olivia.—Hola Nick, lamento llamar tan tarde.—Descuida, estaba despierto.—Me ha tocado salir tarde de la oficina, por eso te llamo a esta hora.—¿Estás saliendo apenas? Es casi media noche—dijo consultando su reloj y vio preocupación en el rostro de Christian——Lo sé, pero tenía que terminar algunos proyectos, que mis compañeras desarrollarán
Christian llegó mientras Oli bebía una taza de té, desnuda. Pero aquella noche no era sobre sexo, era sobre ella sintiéndose a gusto en su piel, con sus compañeros cuidando de ella.—¿Lista para ir a la cama?—Lista.Christian se acomodó en la cama, no estaba desnudo. No quería que ella sintiera que sus intenciones eran otras, sin embargo, Olivia los necesitaba. Empezó a tocar a Christian por encima de la tela de sus pantalones.—¿Segura?—Sí.Pasé miedo, Christian, pensando en que pudo ser peor, no quiero nada rudo, no me siento como para pegar brincos, pero los necesito.Oli vio a Christian desnudarse, lo mismo que sus otros dos compañeros.—Nick, quiero verte con Bruno, y quiero a Christian para mí sola.—Tus deseos son nuestras órdenes.Con cuidado, Christian se aco
Quince días después…De Timothy no habían tenido noticias, tras días de sexo, amor y diversión, aquel día fue el primero en que estuvieron tranquilos de que solo uno de ellos la cuidara. Cerca del medio día, estaban solos ella y Christian,—Muero de hambre, Oli. Pidamos algo.—Quiero cocinar. ¿Te gusta el chile con carne? Aunque no creo que lo aguantes.—Eso me suena a reto, corazón. Vamos, veamos que tal.Christian la miraba embelesado. Usando una camisa de Nick, sin ropa interior, meneaba las caderas al ritmo de alguna melodía en su cabeza. La vio agregarle dos botellas de picante y sonrió. Apostaría que lo hacía para él, que no lo probaría porque no había manera de que ella…Demonios, miró segundos después, ella acababa de probarlo y ni siquiera gimi&oa
Demonios, no hay forma de que me sienta bien, sé que no lo hice adrede pero no aleja la culpa. Estaba de camino a la oficina cuando entró un mensaje y me orillé, porque este texto necesitaba de toda mi atención. Tras responder que sí, cambié de rumbo y estacioné en Walmart. Vi a los policías bajarse y me metí en el probador de mujeres.—Viniste.—No quería, me siguen dos policías.—Lo sé.—Timothy…—Me casé.—¿Qué?—Me casé, Olivia. Hace un año. Dejé incluso la ciudad, te dejé ahí en el cambiador, fotos de mi esposa, una copia del título de propiedad de mi casa y los comprobantes de mi vuelo, desde Canadá.—No entiendo.—Cuando me fui hace seis años, conocí a una mujer en un bar, estaba tan borra
Wolf estaba tan molesto con esos dos, que mientras preparaban a Olivia para la cirugía los llamó.—Wolf, estamos en el club.—Y yo con Olivia. Está en cirugía.—¿Qué?—Para eso los llamó, ya están por operarla. Al menos tuviste la delicadeza de decirle que estabas con amigos bebiendo.—No he hablado con ella.—Revisa tu teléfono, le has enviado un texto diciendo que estabas bebiendo y que hablarían más tarde, Christian ni siquiera le respondió.Nicholas levantó la mirada, sus ojos fueron directamente a la hermana de Jason, ¡esa zorra! Vio que tenía el teléfono de Christian en las manos y al verlo, ella se supo descubierta, porque trató de hablar.—Ustedes se estaban divirtiendo…—Zorra. No te ha quedado claro que no eres ni serás nada para noso
Olivia despertó media hora después con hambre, así que Christian fue con un plato de sopa y se sentó en el suelo junto a ella.—Vino Ryder, a decirte algo que es muy fuerte. Tienes la opción de esperar a sentirte bien, o la opción de que te lo diga ahora.—¿Sobre qué?—Tus padres. O los verdaderos.—Siempre he sabido que quienes me crían son mis tíos y no mis padres y el momento en que los asesinaron, ese está todo grabado en mi mente, como una película.—¿Nunca pensaste en decir algo?—Siempre pensé en eso, Christian. Pero le tenía tanto miedo a mi tío que preferí hacerme la que no recordaba. Porque tenía miedo de que me mataran, si se sentían expuestos. Cada noche, dormía con miedo de que entraran a mi cuarto a acabar conmigo.—Una niña no deber&i
Nick tomó la maleta de Oli, no la dejaría llevarla y Christian, la subió en su espalda. Oli estaba cansada así que aceptó la ayuda de su compañero.—A mi favor he de decir que es tu culpa.—Tu papá tiene razón, insultaste al auto.Un par de autos se veía a lo lejos, Abi y George, preocupados porque no llegaban habían ido por ellos.—Lo sabía, Alex. Tu maldito carro debe ir a la chatarrera.—Tienes razón cariño.Cuando llegaron a la casa que Abi había rentado todos salieron a recibirla, y Nick miro como tanto Oli como Bruno y Christian encajaban a la perfección en la familia.—Se ven bien, ¿verdad? Y apuesto a que temías hablarnos sobre ellos.—Si mamá. Los amo a todos.Veinticuatro horas después, Nicholas llegaba a casa de John. Vivía solo con una
Mientras su hermana preparaba las cosas, Lara le agarró con más fuerza la mano. Sentir que ella buscaba esa protección lo afectó. Porque no quería involucrarse con ella, no era más que un don Juan y ella merecía a alguien mejor, sin embargo, Lara le hacía querer matar hasta dragones, con tal de protegerla. Se dio cuenta de que no solo era diminuta en altura, ella era frágil. Vio sus hombros, casi más hueso que otra cosa. Ella necesitaba de alguien que la cuidara.Sus padres habían muerto siendo ella muy joven, quedando bajo la tutela de su abuela, una amable mujer que amó a Lara con todo. Tras fallecer dos años antes, la dejó bien acomodada económicamente, pero por lo visto nadie estaba al pendiente de ella.— ¿Quién es el imbécil?—Es el mandadero el alcalde y venía por las joyas para la amante de turno. Cuando amenaza