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La novia del vampiro

Luego de esa incómoda conversación, las cosas cambiaron entre el profesor y yo. Ya no me pedía que me quedara después de clases, no volvió a tener roces con otra alumna y nuestra relación fue como la típica relación entre un maestro y su alumna. Pero yo seguía temerosa de lo que pudiera hacerme.

La víctima del profesor había faltado mucho pero volvió a asistir a la escuela, se llamaba Elvira y según Magali su comportamiento era diferente, como si de la noche a la mañana pasará a ser otra persona. Según ella, era una chica tranquila que no se metía con nadie, pero ahora se volvió sociable y dejó de interesarle sus estudios. 

Intente hablar con ella en múltiples ocasiones pero solo se me quedaba viendo, hundida en sus pensamientos, vi unas marcas en su cuello y le pregunte de que eran, ella se hizo la desentendida y me dejo hablando sola. 

-Y, algo parecido te podría pasar, si sigues indagando-escuche su voz en mi espalda y me di la vuelta encontrándome con el.-¿de donde saliste?

-Buen dia Melody, tambien me da gusto verte?

-¿Qué le hiciste a Elvira?

-Nada que ella no quisiera.

-¿Tu dejaste esa rosa en mi habitación?

-¿Qué rosa?

-La rosa negra, ¿tu la metiste en mi casillero?

-Rosa negra-se puso serio de repente.-¿hace cuantos días que se te aparece esa rosa?

-Desde que llegue, ¿sabes algo de eso?

-Ven conmigo-me tomó del brazo y me mete a la fuerza a un salón de clase.-oye, ¿qué te pasa?

-Bien, creo que es momento de que te lo diga.

-¿Decirme que?

-Soy, yo Cristine, tu prometido.

-¿Prometido?, ahora ¿de qué estás hablando?

-Tu no sabes quien soy, porque tu mente bloquea el recuerdo. Cristine, en otra vida tu eras un vampiro y éramos pareja, estabamos apunto de casarnos cuando ese tragico accidente te alejó de mi.

-No se que de estas...

Me tomó de la cintura y me acerco a su cuerpo para besarme. Quise safarme pero en lugar de eso, le correspondi, no sé por qué lo hice. Su beso me pareció dulce y familiar. Nos separamos por falta de aire y le di un golpe en la cara.

-¿Qué te pasa?, ¿cómo te atreves a besarme?

-Cristine, soy yo...¿no sentiste el beso?

-Suficiente, no se quien sea tu Cristine, pero no soy yo y nunca te había conocido antes.

Quise irme, pero se colocó en la puerta bloqueando mi salida. 

-No te vayas, tienes que creerme, nos conocemos desde hace mucho más tiempo de lo que imaginas.

-Quítate.

-Cristine...

-Quítate o gritaré.

-Te confieso que nunca pensé que reencarnaras en el cuerpo de una estudiante de preparatoria, pero ya te falta poco por graduarte lo que significa que nuestra relación no será prohibida.

-¿Te das cuenta de lo que estás diciendo?

-Contestame algo, ¿tienes alguna marca de nacimiento en forma de rosa en medio de tus pechos?

-Si, pero eso, ¿qué tiene que ver? y ¿tú cómo sabes?

-Lo se porque tu eres ella, eres mi Cristine y lamento que estés atrapada en ese cuerpo pero tan pronto como te convierta en vampiro nuevamente podremos estar juntos.

-Déjame salir, estás loco.

-Tienes que recordar Cristine, recuerdalo-me besó de nuevo y le correspondí de la misma manera.

Quería corresponder sus besos y no sabia porque, ¿acaso me estaba diciendo la verdad?, claro que no, eso de la reencarnación no existe.

-No te preocupes, recuperarás la memoria poco a poco.

-No quiero escucharte más, dejame salir o gritarte.

-Intentalo.

Sus ojos me inmovilizaban, quería gritar y por más que intentara hacerlo, no podía. estaba aterrada y mi cuerpo no reaccionaba.

Me beso por última vez y luego se apartó. Me fui corriendo al baño y me quedé sentada sobre la tapa del inodoro. Me quedé completamente atontada por lo ocurrido, ¿que fue todo eso?, ¿porque me beso?, ¿quien era la tal Cristine? y lo más importante, ¿porque me dieron ganas de besarlo?

Me molesto que intentara sobrepasarse conmigo pero debía admitir que me gusto, su beso era tan apasionado que me hacían sentir mariposas en el estómago. 

Se lo quería contar a Magali, pero no me iba a creer, ¿que debía hacer?, ¿mudarme de escuela?

-Porciento-escuche su voz detrás de mí y me gire lentamente encontrándome con Alejandro. 

Me levanté del inodoro para salir del baño, pero él me detuvo acorralandome por la puerta.

-Ni se te ocurra escapar Cristine, porque terminaría encontrándote...-se acercó a mi cuello susurrando "estamos conectados"-y me mordió succionando mi sangre.

-De...détente...

Se quedó bebiendo mi sangre durante unos minutos y luego me besó. Comencé a rezar mentalmente mientras derramaba algunas lágrimas.

Se separó de mí sonriendo y desapareció. ¿Que iba a hacer?, ¿era víctima de un vampiro pervertido que además era mi maestro?, ¿cómo podría librarme de él?

Al llegar a mi casa, me bañé para quitarme la desagradable sensación que sentía. Recordé lo sucedido y no pude evitar sonrojarme.

Salí de la ducha y me puse mi pijama para irme a acostar. Esa noche volví a sentir las caricias en mi rostro y unos labios besaron los míos dulcemente haciéndome despertar.

-¿Quién eres tú?-pregunté viendo a un joven que estaba junto a mi cama.-¿qué haces aquí?, ¿cómo entraste?

De repente su expresión se puso seria y pasó sus dedos por la marca que me había dejado Alejandro. 

-¿Quién te hizo esto?

Iba a gritar pero sus ojos me callaron. Su mirada era igual de hipnótica que la de Alejandro y él era igual de atractivo que él.

-Creo que es momento de presentarme, soy Draco y soy tu prometido.

Otro loco, ¿también pensaba que era su prometida?

-Disculpa, creo que te equivocaste de casa?

-No lo hice, recibiste las rosas, ¿no es así?

-¡¿Fuiste tú el que?!-me cayó con su boca y se colocó sobre acorralandome en la cama.

Quería gritar o tratar de librarme pero mi cuerpo estaba paralizado de pies a cabeza. El joven mordió el otro lado de mi cuello succionando mi sangre.

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