VICTORIADos semanas mas tarde he pasado del infierno al cielo en un parpadeo, todo salió mejor de lo que esperaba, me he convertido en una celebridad y ya no soy una paria; tuve incluso que contratar una persona que me ayude con mis redes porque es una total locura. No pierdo oportunidad de estregárselo a mi suegra cada vez que puedo, anda como loba enjaulada porque mi esposo está presionando para sacarla cuanto antes de la presidencia como consecuencia de lo que nos hizo.—Viste Olguita, trataste de destruirme y lo que me hiciste fue un favor, ahora soy toda una celebridad.Me burlo cuando la veo por la mañana en la entrada de la casa antes de ir al trabajo.—Disfrútalo mientras puedas Trepa, puedes ser muy popular con el proletariado, pero jamás vas a ser aceptada en nuestro circulo social.Tal vez soñaba con ser una mas de su exclusivo grupo y a lo mejor un día lo seré, pero por ahora me conformo con lo que la vida me ha dado.—No me importa, ¿sabes por qué? Porque aunque te retue
VICTORIA¡Amiga! No tienes idea lo que se sentí al subirme por primera vez a un avión privado; esto si que es vida, este aparato es lo mas lujoso que hayan visto mis inocentes ojos, sillones en cuero y acabados en madera caoba que lo hacen parecer mas la sala de estar de un departamento pijo que un avión. El auxiliar de vuelo nos atiende como reyes cuando nos hemos acomodado en nuestros lugares; me pregunta si quiero que asegure mis pertenencias, pero no hay mucho que guardar ya que no traigo mas equipaje que mi bolsa Prada, porque mi generoso marido prometió comprar lo que necesitáramos en París como parte de mi regalo. Tengo en la mano una copa de Champán que trajo una muy amable azafata luego de que el avión ha despegado y se encuentra volando de manera estable en los cielos. —Por nosotros. Dice mi esposo levantando la suya para que brindemos. —¿No es demasiado temprano o muy tarde para estar bebiendo? Debe ser mas de media noche y no estoy acostumbrada a ingerir alcohol, con
VICTORIASalto de la cama cuando se aparta y salgo corriendo hacia el baño, de milagro alcanzo a llegar al retrete justo antes de vaciar todo el contenido de mi estomago y me quedo ahí hasta que ya no queda nada mas que expulsar, luego dejo correr el agua; estoy sin fuerzas para levantarme y todo me da vueltas, así que me quedo agachada un buen rato esperando por si tengo algo mas para expulsar y cuando estoy segura que no voy a vomitar mas, me acomodo en el suelo del baño hecha un ovillo por si luego algo mas insiste en querer salir de mi, me siento terrible y hasta creo que he muerto un poco, no pienso moverme de aquí porque estoy segura de que si regreso a la cama y me pongo mal, no voy a lograr llegar a tiempo al retrete, así que decido que este será mi nuevo hogar hasta que me recupere o me muera.Mi esposo entra al baño un buen rato después preocupado porque hace bastante que entré y no salgo, se acerca donde estoy y se agacha para revisarme. —Bueno, al menos sigues con vida, pa
VICTORIAMentiría si les dijera que sus palabras no me afectan de forma significativa, tengo un ejercito de hormigas caminándome en el estomago y me siento como una chiquilla ilusionada por primera vez en mucho tiempo, mis sentimientos están descontrolados y temo que el note todo lo que estoy sintiendo, así que lo que hago es separarme de su cuerpo y guardo un poco de distancia para que no se de cuenta de como me tiene de loca por sus huesos. —¿No estás decepcionado por lo que sucedió anoche? Te dejé con las ganas.Estoy curiosa por saber como se sintió con nuestra interacción intima fallida, no sé mucho de hombres, pero estoy casi segura de que la parte física es muy importante para ellos, por lo que hay que reconocerle su buena disposición; el hombre aguantó mis impertinencias de borracha, me recogió del piso y encima lo dejé con tremenda erección en mitad de la cama para luego provocarlo por no querer hacerme el amor y sin embargo cuidó de mi con dedicación y ternura.—No todo en
VICTORIADe regreso al hotel no veo la hora de llegar para tenerlo a solas y a mi merced. Aunque me siento preocupada y ansiosa, también estoy segura de lo que siento por él y su lugar en mi vida, por lo que sonrío feliz por estar a su lado; me gusta como Arthur me hace sentir, por eso lo que mas deseo es que hagamos el amor y cerrar por fin nuestra conexión. Estoy decidida a meterme en sus pantalones esta misma noche y nada podrá detenerme.Al entrar en nuestra habitación, salgo corriendo directo al baño y cierro con seguro, recuesto la espalda en la puerta comenzando a hiperventilar porque esto en realidad está sucediendo; nunca he estado con nadie y quiero que sea una experiencia muy especial para ambos, así que me desnudo, me doy un baño y verifico que las partes mas importantes de mi cuerpo para el sexo, luzcan bien. Entonces me seco, me perfumo, voy al vestidor y me pongo un conjunto de ropa interior bastante sexy de encaje blanco muy apropiado para la ocasión, aunque es algo at
VICTORIA—No he terminado contigo, solo necesito recuperar fuerzas y luego voy a tomarte tantas veces como pueda. Jadeo asombrada por sus palabras, porque aunque me gustó mucho hacer el amor con el, no creo que resista un segundo round.—Vas a matarme si vuelves a hacer de nuevo todo eso que me hiciste. —Pero si aún no he comenzado a jugar contigo. Responde con fingida inocencia, por lo que lo golpeo de forma juguetona en el hombro, sospecho que este hombre va a acabar con mi vida. —Eres un sin vergüenza. Me besa y yo olvido todas mis restricciones, este preciso instante es absolutamente perfecto y mi corazón se siente totalmente rendido ante el. —Ya te lo había advertido. Aunque siento que no hay nada que pueda arruinar el momento, hay un detalle que había olvidado y que debemos discutir.—No te pusiste nada y no vi tus análisis. Yo nunca había tenido sexo con nadie, mientras el se f0lló toda la población femenina del país. —Porque "alguien” me atacó sin poder defenderme, a
VICTORIAMe encuentro en un profundo y reparador sueño donde me veo a mi misma rodeada de arboles frutales por doquiera caminando descalza vestida de blanco, me siento en paz y relajada hasta que escucho a mi esposo llamar mi nombre con insistencia.—Vitto, despierta dormilona… Abro los ojos de mala gana, he dormido cómo nunca lo había hecho en toda mi vida y aún no quería comenzar el día y aunque me molesta que me haya despertado, igual me siento feliz y renovada, como si una fuerza que no sabía que poseía se hubiera apoderado de mi ser y gracias a ello, ahora puedo lograr cualquier cosa que me proponga. —Noooo, déjame dormir. Respondo estirándome y tapándome hasta la cabeza con las sabanas. —Levántate ya, se va a enfriar el desayuno. Responde tratando de quitarme las sabanas, gruño porque estoy muy cómoda y no quiero moverme de esta cama al menos hasta medio dia; me destapo y miro el reloj notando que aun es muy temprano, ¿Qué hace levantado ya? —Ven a acostarte de nuevo, no s
ADVERTENCIA.Los actos aquí narrados son producto de la imaginación de su muy demente e inmadura escritora, no apoyo la violencia ni la venganza... VICTORIAVolvemos a nuestra rutina, porque por mucho que disfrute el descanso y me guste viajar y perder el tiempo, aún tengo un imperio que crear, así que hay que volver al trabajo. Como siempre todos en familia nos reunimos en el comedor antes de irnos a la oficina, debo reconocer que la hora del desayuno se ha vuelto mi favorita porque nunca falta una buena discusión y amo provocar a mi suegra. —¡Suegris!, Que alegría verte. Saludo de forma efusiva sentándome en mi lugar habitual junto a mi esposo, ella hace un mohín y me ignora mientras lee el periódico. —¿Y tu marido? Parece un fantasma, nunca lo veo. Pregunto con curiosidad ya que es muy extraño que el perro faldero de la vieja casi nunca esté en casa. —Mi esposo viaja mucho por negocios, tu no lo entiendes porque solo eres una rémora que vive de mi hijo. Responde escupiendo