El Viejo Amo Shaw acudió rápidamente al hospital cuando supo que Grace estaba sola.

Grace se había desmayado en el suelo, la sangre y líquido amniótico salían a borbotones de ella. Sujetó la pierna del anciano y suplicó: “Tío, sálveme, no quiero morir, no quiero que mis hijos mueran. Por favor, se lo ruego, sálveme…”.

El Viejo Amo Shaw no sabía qué hacer. Después de un momento de confusión, gritó: “¡Doctor! ¡Llévela al quirófano de inmediato!”.

Luego, se dio vuelta y le dijo a su guardaespaldas: “Si la Señora Ford viene y quiere hacer una escena, detenla con firmeza. Pase lo que pase, tenemos que garantizar la seguridad de Grace y sus dos hijos. Los niños son inocentes”.

"¡Sí!". El guardaespaldas lo obedeció.

Cuando ingresaron a Grace al quirófano, la esposa del líder de Isla Estrella entró en labores de parto. Ella se quejaba de dolor y el sudor salpicaba la frente de Ben. Le suplicó al médico: "¡Tiene que asegurar la supervivencia de mi esposa y de mi hijo, de lo contrario, todo