El tono de Jade se suavizó. "No te puedo dar el dinero ahora, pero yo misma te daré estas cosas en el futuro. En cuanto a la cantidad que recibas, depende de tu desempeño".

El hombre dijo: "¡Mujer vieja, eres muy cruel!".

Jade sonrió fríamente. "¿Soy cruel? Llevas muchos años conmigo. Ya conseguiste por lo menos un millón de mí, ¿y yo qué he conseguido? ¿No es hora de que hagas algo por mí?".

El hombre parecía estar sufriendo, e inmediatamente le suplicó: "Por favor, Hermana Mayor, dime... Dime que quieres que haga, yo lo aceptaré sin importar que. Incluso mataría a alguien por ti, Hermana Mayor. ¡Dime!".

Jade sonrió satisfecha.

Le dio al hombre una cantidad muy pequeña, minúscula, antes de decirle al oído: "Tú lo has dicho. Ahora ayúdame a matar a alguien".

El hombre asintió. "¡Definitivamente te ayudaré!".

"¡Déjame decirte que esa mujer destruyó mi fortuna…! ¡Nuestra fortuna! Si matas a esa mujer, no tendrás que preocuparte por el dinero. ¡Toda la Isla Estrella será tu