El teléfono de Ruth sonó de repente mientras hacían la fila para pagar.

Estaba utilizando el teléfono que Sabrina le había comprado ayer. Cuando lo escuchó sonar, Sabrina comenzó a molestar a su amiga y le dijo: "Debe ser el Amo Ryan. Acabas de registrar este número ayer, ¿quién más podría ser? Ahora que ya no quieres casarte con él, parece que él no se dará por vencido. Apuesto a que ahora te invitará a cenar".

Ruth se limitó a reírse del comentario de Sabrina mientras levantaba el teléfono para mirar el identificador de llamadas. Cuando vio quién la estaba llamando, la sonrisa en sus labios desapareció en un segundo.

Era su madre.

Ayer, después de que Sabrina le compró el teléfono, lo primero que hizo Ruth fue llamar a casa.

Ella deseaba desesperadamente reconciliarse con sus padres.

Independientemente de lo sucedido, seguían siendo sus padres y no podía seguir quedándose en la casa de Yvonne.

Sin embargo, sus padres no pensaban igual. Tan pronto como contestaron la llamada, c