“¿Qué quieres?”. El tono de Sabrina se mantuvo sereno y distante.

“¿No crees que eres una buena para nada, Sabrina? Te secuestré, y casi hago que te maten. El Amo Sebastian pudo haberte salvado, pero no tuvo el corazón para castigarme incluso al saber que yo estaba detrás de eso. Hasta ahora todavía sigo ilesa, ¡qué esposa tan patética eres!”. Selene expresó su frustración con arrogancia.

“Sigue acosándome por teléfono y le diré a la madre del Amo Sebastian sobre esto. Así que la próxima vez que ella venga a buscarte a ti y a tu madre, no será solo para que tu madre te dé una bofetada, sino para que destruya por completo esa cara tuya. ¡Espero enterarme de cómo podrás casarte con Sebastian con la cara arruinada!”.

“¿Por qué tú…?”. Selene estaba completamente sin palabras por la agresividad en el tono de Sabrina. Hizo una pausa durante unos instantes antes de hacer una misteriosa mueca y continuó: “Solo espera, Sabrina. ¡Pronto se hará un gran espectáculo sobre ti y todos serán test