Ella quería a la niña, incluso si odiaba a su madre.

“Entonces ... Tía, cuando llegue el cumpleaños de Aino, ¿podría celebrar su cumpleaños con ella?”, preguntó Susan de nuevo.

Sabrina asintió con la cabeza. “Por supuesto que podrías. Cuando sea el cumpleaños de Aino, ella puede invitar a tantos de sus buenos amigos como quiera. ¡Por supuesto que estaría de acuerdo!”.

“¡Gracias, Tía! ¡Hurra! Tía, eres mucho mejor que mi madre. Eres cien veces más hermosa que mi madre. ¡Tía Scott, me agradas!”. Susan no ocultó su amor por Sabrina.

A su lado, la madre de Susan estaba muy avergonzada y sin palabras.

Cuando Sabrina le dio la mano a Aino, y Aino llevó a Susan hasta su madre, la madre de Susan bajó la cabeza.

Después de un momento, dijo: “Madre de Aino, yo... sé que no soy digna de ser tu amiga. Gracias por permitir que tu hija sea amiga de mi hija. Gracias”.

La madre de Susan tomó la mano de Susan y se despidió de Sabrina.

A Sabrina no le importaba.

No le agradaban los adultos, per