Al ver a Lincoln congelado en su lugar, Jade, que aún tenía sucio y sangre entre los labios, se sintió sorprendida también.

¿Qué estaba escrito en la carta? Realmente quería saberlo.

Aunque ella misma había estado engañando a Lincoln con otro hombre a sus espaldas, Jade nunca permitiría que Lincoln le fuera infiel.

"¡Lincoln, dime qué hay en la carta!", le gritó Jade con impaciencia.

Sin embargo, Lincoln solo pudo mirarla fijamente.

Tras mirarla por última vez, Sabrina sacó un mechero que había preparado de antemano y prendió fuego a la carta, destruyéndola en el acto.

Mientras sostenía la carta en llamas, Sabrina mantuvo la mirada fija en Jade con una sonrisa en el rostro.

Esto pareció hacer que Jade se pusiera aún más ansiosa. "¡Lincoln! ¿Qué te escribió la madre de Sabrina?".

Lincoln respondió enfadado: "¡Nada! ¡Nada en absoluto!".

"¡Lincoln! ¡Me estás tratando como una estúpida!". Jade hizo un berrinche.

Lincoln miró a Jade con expresión furiosa. "Mujer tonta, ¡