Sabrina se sorprendió.Se concentró en adaptarse a la oscuridad y se dio cuenta de que Sebastian estaba sentado solo en el sofá. Tenía un cigarro sin encender entre los labios y ambas manos en las rodillas. Tenía el ceño ligeramente fruncido y estaba examinando a Sabrina con sus profundos ojos negros.“Tú…”. Sabrina iba a preguntarle a Sebastian. ¿Por qué seguía despierto? Además, ¿dónde estaba Selene?Sin embargo, ella no preguntó.Estaba sorprendida por la expresión de Sebastian.‘’¡Ven aquí!’’. Las palabras de él fueron como una orden imperial, y a Sabrina no se le permitía resistirse. Ella se sentía como la amante de Sebastian que había perdido su afecto, era miserable y había cometido un error. Sebastian le pidió que se acercara, y ella no se atrevió a desafiarlo.Se mordió los labios y se acercó a Sebastian. “¿Hay algo…?”.Su tono era tranquilo y natural.Sebastian, por otro lado, se burló en sus adentros.Después de que Sabrina se fuera, él echó a Selene. Aunque
Ella no tenía capacidad para luchar en ese entorno. La trataban como a un juguete, una hormiga y un trozo de pasto. Sabrina no tenía un centavo, no tenía nada a lo que recurrir y estaba exhausta.No quería pelear más.Si la volvían a humillar hoy, acabaría con su vida.Lo único que la haría feliz sería si pudiera llevar a su bebé a reunirse con su madre.El hombre se levantó de repente después de mirar a la obediente Sabrina. Su mirada hacia Sabrina era aun más despectiva que antes.“¡Ninguna mujer con la que yo, Sebastian Ford, quisiera meterme en la cama se resiste! ¡Tú, por el otro lado, no eres digna!”, continuó con frialdad: “¡Escúchame bien! Si bien todavía tienes una relación matrimonial conmigo por un mes más o menos, ¡será mejor que cumplas con el deber de una esposa y no te metas con ningún hombre! ¡Solo te estoy dando esta única oportunidad como advertencia!”.El hombre la dejó caer y se levantó para irse después de decir eso.Sabrina se quedó sin palabras.¿Ella j
Había otro hombre en el coche de Nigel.Sabrina sacudió la cabeza, antes de responder: “Gracias, Amo Nigel, pero creo que tomaré el autobús”.“No mordemos. ¡Este es mi mejor amigo Zayn! ¡Entra ya!”. El tono de Nigel no ofrecía lugar para la negociación y sonaba más como una orden: “Sé que tienes mucho trabajo que hacer todos los días, así es para todos los empleados nuevos, te irá mejor luego. Sube, ¡te llevaré!”.Sabrina se mordió el labio vacilante y finalmente cedió.El otro hombre en el coche, Zayn, parecía modesto y educado. Miró a Sabrina con respeto y la saludó: “Joven Señora Ford, he oído mucho sobre usted”.Sabrina sonrió gentilmente e inclinó la cabeza. Los dos hombres sentados frente a ella provenían de entornos adinerados, el tipo de persona con la que nunca antes ella había tratado. Ella no tenía ni idea de cómo interactuar con ellos, por no mencionar cómo agradarles. Por lo tanto, decidió que lo mejor para ella era permanecer en silencio.“¿De regreso a casa de mi p
Ella necesitaba desesperadamente el dinero en ese momento.Nigel parecía haber visto a través de ella y dijo con una actitud arrogante: “Lo que te he dado no puede ser más de tres mil dólares. ¿Qué pasa? ¿Tienes miedo de que estuviera tratando de comprar una noche de tu tiempo con eso? ¡Relájate! ¡No estoy interesado en ti! Solo pensé que una campesina como tú era demasiado patética. Considera esto como una obra de caridad. Si realmente no pudieras aceptarlo como es, puedes pagarme devuelta a cuotas en el futuro, cada vez que recibas tu pago’’. “Gracias”. Las mejillas de Sabrina se sonrojaron cuando sostuvo el dinero en sus manos.“¡Además! Mi tiempo es demasiado valioso. Deja de hacerme perder mi tiempo. La próxima vez que te diga que te voy a llevar, debes subir al coche inmediatamente”, dijo Nigel con picardía mientras miraba el reflejo de una Sabrina sonrojada desde el espejo retrovisor de su coche.“Está bien”. Ella asintió obedientemente y se dio vuelta para mirar por la ven
Sebastian miró en silencio mientras el coche de Nigel se alejaba.Kingston preguntó: “Amo Sebastian, el coche de ahora… Parece que pertenece al Amo Nigel, ¿estaba aquí para visitar a la Señora?”. Kingston estaba ocupado estacionando el coche y se perdió la escena en la que Sabrina salió del coche de Nigel y le sonrió dulcemente.“Nigel no considera a mi madre como su tía. La única razón por la que se dirigió a ella como su tía fue simplemente por miedo hacia mí”, dijo Sebastian en voz baja, antes de bajarse del coche y al hospital solo.‘Mi madre se ha mostrado muy enérgica últimamente, por lo que parece mentira que solo le quedaba un mes de vida’, pensó Sebastian.Sebastian sabía que era la constante compañía de Sabrina lo que había elevado el espíritu de su madre y la había hecho sentirse un poco mejor a pesar de su condición.Tenía que admitir que Sabrina era ingeniosa. Ella permanecía fría y distante ante su presencia como si no quisiera tener nada que ver con él.Sin embargo
”¡Lo sé, y no querría hacerlo!”, respondió Sabrina en voz baja.Se dio la vuelta sin mirarlo y caminó de regreso a la sala.Ella no le debía nada a Sebastian. Él podría haberle prestado cincuenta mil dólares, pero sería reembolsado una vez que su contrato finalizara. Aunque una vez él le salvó la vida de los secuestradores, lo hizo solo por el bien de su madre.No había necesidad de que actuara sumisa frente a él, sabiendo que estaba lejos de estar en deuda con él. Todo lo que quería era ser ella misma y ofrecer todo el consuelo que pudiera a la Tía Grace durante estos últimos momentos de su vida. Los dos permanecieron distantes el uno del otro, pero sabían que aún tenían que montar un espectáculo para Grace, una vez que entraran a la habitación. Sebastian envolvió a Sabrina en sus brazos y ella se inclinó hacia él, luciendo más enamorada que nunca. Grace miró encantada a los dos y le recordó a su hijo: ‘’Sebastian, los dos necesitan esforzarse un poco más para tener un bebé’’.
Selene apretó los puños con tanta fuerza que sus uñas se clavaron en su piel ante las frías palabras de Sebastian.“Querido Sebastian, tú… tú has tenido mi cuerpo, y desde ese momento en adelante, me juré a mí misma que serías el único hombre en mi vida. Está bien si no me quieres, no te lo estoy pidiendo. Solo quería poder verte todos los días...”, dijo mientras miraba a Sebastian con nostalgia.Él luchó por reprimir el odio que sentía por la mujer de pie frente a él. Se estaba quedando sin paciencia. La habría pisoteado hasta la muerte mucho antes de esto si ella no fuera la mujer que se sacrificó para salvarlo. “Querido Sebastian…”, Selene lo llamó de nuevo, pero él apretó fuertemente su mano alrededor de su cuello antes de que ella pudiera terminar.“¡Te dije que me casaré contigo! ¡Eso significa que me casaré contigo! Serás la esposa del dueño del Grupo Ford en el futuro. ¡¿Qué más quieres?! Tengo las manos ocupadas cuidando de mi madre, ¡Y no tengo tiempo que perder para cui
Mientras tanto, Sabrina no pudo encontrar la paz dentro de ella en absoluto.Sabía que estaba atrapada en medio de un remolino con el peligro acechando en cada esquina. Los miembros de la Familia Lynn harían todo lo posible para asegurarse de que ella sufriera.Sabía que la bondad de Nigel hacía ella era mera caridad. En última instancia, ella sabía que la razón por la que Sebastian la mantenía cerca, a pesar de enterarse de su embarazo, era simplemente por el bien de su madre.Sabrina era una mujer humilde que no tenía a nadie de quien depender en esta sociedad. Solo podía recordarse a sí misma que debía ser cautelosa, una y otra vez. Ella fue directamente a su habitación tan pronto como entró en el apartamento de Sebastian y se negó a salir, ni siquiera para comer, cuando en realidad estaba muriendo de hambre. Esperó hasta las once de la noche antes de salir finalmente con un plato. Sabrina asumió que ninguna de los dos estarían en la sala de estar y se dirigió hacia la ducha