Ella quería acompañar a Kingston mientras él continuaba buscando a su prima.

La expresión de la madre de Eevonne inmediatamente se volvió algo aterrorizada. “Eevonne, ¿tú... me odias?”.

Eevonne respondió sin dudarlo: “¡Sí!”.

Su madre se quedó sin palabras.

“Sin embargo, eres mi madre. No tengo otra opción. También sé que en realidad has contribuido bastante a la familia York todos estos años. Te odio, pero como una tonta aún así te cuidaré”, respondió Eevonne con sinceridad.

“Eso es bueno entonces. Está bien. Te he fallado en el pasado y te he pasado por alto. En el futuro no volveré a tener favoritos”, dijo su madre y sonrió miserablemente. “Me olvidaré de tener favoritos. En el futuro, yo... ¡cortaré los lazos con mi familia!”.

Parecía que ella había tomado una decisión dolorosa y firme.

Eevonne sonrió, sintiéndose tranquila. “Mamá, son una familia tan cercana a ti. Cuando mi hermano y yo aún éramos niños, tu hermano y su mujer también ayudaron a nuestra familia. Todos ustedes son mu