Las lágrimas de la chica corrieron instantáneamente por su rostro como lluvia torrencial después de que Kingston le hizo esa pregunta.

"Si quieres volver, entonces hazlo. Ella es tu madre, después de todo. No puedes seguir enojada con tu madre. Algunas cosas estarán bien una vez que lo hayan hablado", la consoló y aconsejó Kingston de inmediato.

A él y a Yvonne se les había enseñado que tanto los padres como los hijos tenían que amarse desde pequeños. Ambos siempre habían sido muy cariñosos y obedientes con sus propios padres. Aunque Yvonne se había escapado de casa esta vez, también se debió a que la familia Shaw la había decepcionado y esto no estaba dirigido a sus propios padres. Por lo tanto, cuando Kingston vio este tipo de situaciones en que una madre y una hija rompían su relación, no estaba demasiado acostumbrado.

Subconscientemente, todavía sentía que sin duda sería mejor si la madre y la hija pudieran reconciliarse.

Sin embargo, escuchó a la chica suspirar. "No, nunca