Ella ya había estado a la deriva durante la mitad de su vida, y siempre había sentido que no valía nada. Hasta que ese hombre llamado James Dunn se le acercó. Solo unas pocas personas sabían que a Gloria no le gustaban las conversaciones dulces y, en el fondo, tampoco le gustaba que los hombres tomaran la iniciativa de hablar con ella. Eso fue porque Gloria se sintió herida por su madre, su hermano, y su primer esposo, Lincoln, mientras crecía. Ella había sido gravemente marcada por ellos.

No fue hasta que Gloria conoció a su segundo esposo, quien era honesto y un hombre de pocas palabras, que finalmente tuvo un punto de apoyo en su vida y una sensación de seguridad. Eso duró hasta que su esposo falleció. El hombre que Gloria había amado profundamente siempre había sido su segundo marido, ese hombre honesto y sencillo que hablaba muy poco. A pesar de que su esposo había fallecido, Gloria nunca había mirado a esos hombres glamorosos, poderosos, y de habla dulce. No por nada más, sino