“Dime, ¿por qué buscas a Sebastian? ¿Qué ha pasado?”.Marcus no estaba muy familiarizado con Sabrina, pero sintió que ella estaba relacionada con su tía desde el momento en que la vio.Marcus podía sentir en sus huesos que Sabrina era su prima. Con ese tipo de relación, aunque solo la hubiera visto un par de veces, no podía dejarla sola. Marcus no entendía cómo su abuelo podía estar tan confundido. La sangre era más espesa que el agua, ¿cómo no podía sentirlo su abuelo? A todos les parecía que la actitud de Sabrina era problemática, incluso a su abuelo. Sin embargo, Marcus no pensaba así. Una parte era su intuición, otra parte era por Zayn.Por eso Marcus creía que Sabrina definitivamente tenía sus razones para querer hablar con Sebastian. Condujo rápidamente, pero Sabrina aún le preguntó: “Joven Amo Shaw, ¿podría conducir más rápido? ¿Por favor?”.Marcus la consoló: “Sabbie, ahora mismo son solo las nueve de la mañana. La boda empieza a las once, Sebastian no se irá. Puedes estar
“Sabrina es la mujer con la que quiero estar. Nadie podría imaginar lo valiente que es sin verlo por sí mismo. En mi corazón, Sabrina siempre será mi luz. Debo alejar a Sabrina de todo el sufrimiento”. Nadie podría imaginar lo valiente que es sin verlo por sí mismo.Y en ese momento, Marcus vio la valentía de Sabrina. En su cabeza, pensó que Sebastian aún no se había casado, por lo que todavía se podía considerar soltero. Tener otra chica detrás de él, otra persona que le confesara su amor, no era demasiado excesivo. Marcus quería cumplir el deseo de Sabrina, pero al mismo tiempo quería que Sabrina se rindiera.El coche llegó al lugar de la boda. Estaba en una remota villa en la ladera de una colina. La villa no era tan grande, y era muy tranquila. Era principalmente porque Sebastian no quería una boda exagerada. En primer lugar, porque su madre acababa de fallecer y no quería hacer una gran celebración. En segundo lugar, a Sebastian no le gustaba Selene y solo se casaba con ella c
Sebastian se quedó sin palabras. Detrás de ellos, Kingston no podía creer lo que veía.Incluso Selene, que tenía sus brazos alrededor de los de Sebastian, estaba perpleja. Quería que Sabrina viniera y montara una escena, pero cuando Sabrina lo hizo, Selene tuvo miedo. Después de todo, los sentimientos de Sebastian hacia Sabrina no eran negativos. Sabrina no lloró. Estaba discutiendo tranquilamente el asunto con Sebastian.Sebastian miró a Sabrina, tranquilo y firme, pero su tono era tan frío que les hizo estremecerse: “¿Qué has dicho? ¿Puedes repetirlo?”.Sabrina agarró a Sebastian del brazo. “Sebastian, sé por qué te vas a casar con Selene. No la amas, ¿verdad? Solo te casas con ella porque usó su cuerpo para salvarte, y tiene a tu hijo. Pero, Sebastian, esa mujer no es ella. Soy yo, la mujer que te salvó la vida y tiene a tu hijo soy yo. ¿No me preguntabas siempre a quién pertenece el niño que tengo en mi vientre? Te lo digo ahora, el niño de mi vientre es tuyo, es tuyo. La muje
Sin embargo, a Sabrina no le importó. “Sebastian, aquella noche lluviosa, ¿la recuerdas? Esa noche, estabas en aquella casa abandonada y me preguntaste fríamente si estaba vendiendo mi cuerpo. Lloré y te dije que no lo hacía. Incluso me preguntaste sorprendido si era mi primera vez. ¿Te acuerdas de eso, Sebastian?”.En ese momento, la cara de Sabrina estaba roja. No le importaba nada más, tenía que hacerle saber a Sebastian la verdad, no podía permitir que su hijo perdiera la oportunidad de conocer a su padre. Ella no podía permitir que nadie más ocupara su lugar.“Ellos, la familia Lynn… La familia Lynn no intentaba salvarte en ese momento, ellos querían matarte. Les preocupaba que una prostituta no fuera capaz de mantener la boca cerrada, así que Lincoln me sacó de la prisión esa noche para acompañarte. Él nunca esperó que le dieras un giro a los acontecimientos de esa manera. Cuando se dio cuenta de tu contraataque, hizo que su hija se hiciera pasar por mí, diciéndote que fue ella
En ese momento, Sabrina no sentía más desesperación. Lo único que tenía en mente era que debía hacer todo lo posible para convencer a Sebastian. Ahí estaba toda su esperanza. No le importaba si perdía la vida, solo luchaba frenéticamente contra los cuatro guardias. Sabrina mordió el brazo de uno de ellos y éste gritó de dolor, aflojando su agarre.Sabrina luchó con todas sus fuerzas, y el último guardaespaldas tampoco pudo retenerla.Sabrina corrió directamente hacia Sebastian.“¡Sebastian! ¿Vas a dejar que tu hijo tenga tu mismo destino? ¿Has olvidado lo mucho que la Tía Grace sufrió por ti en su vida? Sebastian…”, gritó Sabrina.Sebastian estaba furioso en ese momento. Soltó la mano de Selene y se dio la vuelta, caminando hacia Sabrina. Los pies de Sabrina se tambaleaban, y se apoyó en su equipaje, inclinándose mientras miraba a Sebastian, diciéndole sinceramente: “Sebastian, soy la mujer que te salvó… Tienes que casarte conmigo. Sebastian…”.“¡Deja de soñar!”. Detrás de ellos,
“¡Tírenle huevos podridos! ¡Mujer indecente!”.“¡No le tengan piedad! Viejo Amo Ford, ¡permitir que se quedara aquí solo trajo mala suerte!”.Gritaron todos los invitados de la boda. Henry miró furiosamente a Sabrina, mientras ella miraba a Sebastian, con el rostro lleno de esperanza. El tono de Sebastian era extrañamente tranquilo: “¡Sabrina, te has pasado de la raya!”.Su tono provocó escalofríos en los invitados.“Yo, Sebastian, solo me casaré una vez en mi vida, ¿por qué intentas arruinarlo? Cuando firmaste el contrato conmigo, te prometí una gran cantidad de dinero, pero ¿que dijiste? Dijiste que tenías una verdadera amistad con mi madre, que no estabas ahí por mi dinero. Sin embargo, ¿ahora intentas arruinar mi boda?”.Sabrina comenzó: “Sebastian…”.“¡Piérdete!”, rugió Sebastian de repente.El sonido fue tan fuerte que un hombre que estaba a veinte metros de distancia, grabando la descabellada escena, vio como su cámara temblaba y se caía al suelo.“¡Piérdete!”, volvió a
El camión pasó por el costado de Sabrina y ésta rodó hacia el otro lado de la carretera por la fuerza con la que fue empujada. El otro lado de la carretera era un precipicio. El corazón de Sabrina estaba de repente en una inmensa desesperación. Sentía que no solo perdería a su bebé si caía, sino que incluso podría perder su propia vida. Sin embargo, no sentía dolor. Pero, en ese momento, se dio cuenta de que la sostenía un hombre.El hombre estaba usando su propio cuerpo para proteger a Sabrina, con sus dos brazos rodeándola para protegerla. Cuando los dos empezaron a rodar por el precipicio, Sabrina gritó del miedo. El hombre utilizó rápida y hábilmente su brazo para agarrarse a una roca afilada, sujetando a Sabrina con el otro, salvándolos de la caída.Sabrina jadeó asustada, luego levantó la vista y exclamó: “Zayn, ¿eres tú? ¿Por qué estás aquí?”.Zayn tenía la frente empapada de sudor y sus palabras eran erráticas. “Sabrina, me enteré por el Joven Amo Shaw de camino aquí. ¿Tú…
Sabrina tenía cierta sensación de seguridad en su corazón.Nunca esperó que, en los dos meses que estuvo en Ciudad del Sur, llegaría a conocer a Sebastian, a Nigel e incluso le pediría dinero a Marcus en el pasado.El único con el que nunca se relacionó adecuadamente fue con Zayn. Cada vez que veía a Nigel, veía a Zayn junto a él. Y cada vez, Zayn no le hablaba, y solo sonreía ligeramente. Nunca esperó que el que la salvara hoy fuera él.“Gracias, Joven Amo Smith…”, dijo Sabrina en voz baja.Zayn la consoló: “Estaremos a salvo cuando dejemos Ciudad del Sur. Podemos volver en el futuro si tenemos la oportunidad”.Sabrina sacudió la cabeza con determinación. “No volveré más nunca a Ciudad del Sur. Esa persona... no lo buscaré más. Cuando mi hijo nazca, le diré que su padre murió”.¡Ciudad del Sur, adiós para siempre! ¡Sebastian, adiós para siempre! Probablemente él tampoco querría volver a verla. En ese momento, Sebastian debía estar sosteniendo las manos de Selene en el altar. Las