Las personas eran así a veces. Cuando ella sufría de dolor, lo primero que pensó no era cómo escapar del sufrimiento, sino más bien, pensar si la mujer que más odiaba estaba sufriendo una tortura aún más espantosa. Si la mujer no lo estaba, sería aún más odiosa y celosa. Lily no odiaba a Holden, el hombre que la torturaba. En ese momento, la persona de la que estaba celosa y odiaba era Jane, quien había obtenido todo el amor de Alex.

“Alex, realmente deberías llevar a Jane a hacer una prueba de paternidad. El niño en su vientre no es tuyo. Ella también ha tenido muchos hombres…”.

Antes de que pudiera terminar su oración, Alex la interrumpió: “No importa si el niño que Jane está esperando es mío o no, y no importa lo que ella haya hecho antes. No me importa en absoluto”.

Las palabras de Alex estaban destinadas a que Lily las escuchara, pero también para Jane. Quería hacerle saber a Jane que él solo amaba a Jane en esta vida, y que eso nunca cambiaría hasta el día de su muerte.

Lily,