Al escuchar a Sabrina decir eso, Alex se enderezó de inmediato. Preguntó emocionado: “Sabrina, sabes dónde está Jane, ¿verdad?”.

Sabrina se quedó sin habla.

Alex miraba a Sabrina con anticipación. “Sabrina, dime dónde está mi Jane. ¿Podrías decírmelo?”.

Sabrina dijo en tono de disculpa: “Lo siento, Señor Poole. Realmente no sé dónde está. Ella me llamó la última vez. Originalmente no quería decírtelo. Toda la montaña es un cementerio”.

Después de una pausa, Sabrina suspiró. “Sé que quieres encontrar a Jane. Yo también quiero encontrarla. Porque yo he estado embarazada antes, ¡sé que estar huyendo mientras uno da a luz a un niño es buscar la muerte! Por lo tanto, quiero encontrar a Jane incluso más que tú”.

Después de decir eso, Sabrina tomó las flores de la mano de Alex y las colocó con cuidado en el jarrón. Luego, Alex se desplomó desanimado en la cama.

“Parece que Jane ya no planea dejarme volver a verla en esta vida. ¿Ella… me odia tanto?”.

Sabrina consoló a Alex con calma. “