En ese momento, el teléfono de Lincoln empezó a sonar. Este sonó varias veces, pero todos estaban vigilando sus movimientos, por lo que no pudo atender la llamada. En aquel silencioso vestíbulo del hotel que Sebastian había pagado para escapar, Marcus metió la mano en el bolsillo de Lincoln y vio que la llamada era de Jade. El rostro de Lincoln estaba tan pálido como era humanamente posible.

Marcus miró al Viejo Amo Shaw y dijo: "Abuelo, tú empezaste esto, así que deberías ser el que responda a esta llamada".

El Viejo Amo Shaw sujetó el teléfono y respondió la llamada, mientras que Marcus seleccionaba el altavoz.

"¿Hola? ¿Jade?", preguntó el Viejo Amo Shaw con calma.

En el acto, la voz emocionada de Jade llegó desde el otro extremo de la línea. "¡Hola, Papá…! ¡Papá...!".

Todos, incluido el anciano, se quedaron callados de manera incómoda. La madre de Sabrina no pudo evitar reír con molestia.

El rostro del Viejo Amo Shaw se enrojeció, pero logró mantener la compostura. "¿Qué pasa