Sabrina entendió todo al instante.

Resultó que fue Grace quien organizó especialmente esto.

Grace le había dicho hacía unos días que le daría una sorpresa.

Sabrina sintió de repente un profundo agradecimiento en su corazón.

No importaba cómo Sebastian la tratara, Grace era la única persona que se preocupaba por Sabrina en este mundo. Y a ella solo le quedaban dos meses de vida, así que por el bien de Grace, Sabrina tuvo que cooperar con Sebastian y seguir con el plan.

"Gracias, Grace. Me gustó mucho esta sorpresa. Grace, mira, este es el vestido de novia que Sebastian ha elegido para mí. ¿Se ve bien?". Sabrina levantó un lado de su vestido de novia y preguntó.

Grace miró el vestido unas cuantas veces y luego comenzó a tener lágrimas en sus ojos.

"Sabbie, no esperaba verte tan hermosa y tan arreglada. Sebastian y tú son realmente una pareja como Dios manda". Grace sonreía de oreja a oreja.

Lo que ella dijo no era falso.

No solo Grace sentía que Sabrina y Sebastian eran una pareja perfecta; el personal del restaurante también opinaban lo mismo.

"Sabbie, nunca me casé, y tampoco he llevado un vestido de novia, así que esperaba con ansias que pudieras usar un vestido de novia y casarte de una manera muy honrada. Sin embargo, Sebastian no quería que fuera demasiado llamativo debido a mi enfermedad. Es por eso que la boda fue celebrada aquí. Nadie más fue invitado, pero los demás no importan, puedo darles mis bendiciones. ¿Está bien?". Grace le preguntó a Sabrina en tono de disculpa.

Sabrina sabía más o menos la razón por la que Sebastian no quería algo tan llamativo. Era porque solo tenían una relación contractual.

Sin embargo, ella no dijo nada al respecto. Ella solo sonrió y dijo: "Grace, tus bendiciones son suficientes para mí. Incluso si más personas vinieran, no las conocería. Viviré con Sebastian en el futuro y no con otros, entonces, ¿para qué necesito más espectadores aquí en mi boda?".

Grace se puso aún más feliz cuando escuchó eso. Ella levantó la muñeca para tomar la mano de Sabrina, puso casualmente una pulsera verde esmeralda en la muñeca de Sabrina y dijo con una sonrisa: "Mi nuera es la chica más comprensiva y amable en este mundo. Estoy feliz. Y estaría bien incluso si tuviera que irme para más allá".

Sabrina tomó la mano de Grace y le dijo: "Grace, hoy es una ocasión de alegría para Sebastian y para mí, no digas esas tonterías".

''Está bien, está bien, entremos". Grace se rio.

Sebastian, a quien Sabrina sujetaba del brazo, no dijo mucho durante todo el trayecto. Él estaba muy confundido. ¿Cómo podía Sabrina, que había sido sumamente fría frente a todos los demás, ser tan simpática cuando estaba con su madre? Ella convenció a su madre para que fuera realmente feliz.

El corazón de Sebastian no pudo evitar conmoverse un poco.

La pareja caminaba de la mano, y junto a ellos estaba Grace en la silla de ruedas. Los tres llegaron al pequeño vestíbulo del último piso del restaurante. Todo se había organizado correctamente y un sacerdote estaba de pie al fondo del salón.

Al entrar al lugar, Sabrina sintió de repente que esta era su verdadera boda y tuvo una sensación de santidad.

Sin embargo, de inmediato se sintió ridiculizada por sus sentimientos.

¿Podría ella tener una boda real con el hombre que ama en esta vida?

Ella no lo creía.

¿Quién en este mundo querría a una mujer salida de prisión, que no tuviera un lugar donde quedarse, no pudiera encontrar trabajo, y tuviera un hijo fuera del matrimonio?

No habría nadie.

Entonces ella debería considerar esta boda como su boda única.

Sabrina se paró frente al sacerdote y escuchó lo que iba a decir éste.

Cuando el sacerdote le preguntó: "¿Aceptas casarte con Sebastian Ford? En las buenas y en las malas, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, ¿lo amarás con tu vida y le serás fiel para siempre?".

Sabrina asintió con la cabeza y dijo: "¡Sí!".

Ella sintió una tristeza incomparable en su corazón cuando dijo esas palabras.

Y silenciosamente le dijo a su bebé en su mente: 'Bebé, ¿fuiste testigo de la boda de Mami? Es posible que Mami nunca se vuelva a casar en esta vida, pero Mami te prometo encontrarte un buen Papi, ¿de acuerdo?'.

La voz del sacerdote sonó en sus oídos: "Los novios pueden intercambiar los anillos".

Sebastian compró sus anillos por adelantado. Sabrina no tenía idea de si la calidad era buena o mala. Ella solo siguió los pasos e intercambió los anillos con Sebastian. Cuando Sebastian levantó su mano para colocarle el anillo, Sabrina volvió a tener la sensación de esa noche.

Había una especie de ilusión de que Sebastian era como ese hombre.

"Novio, puedes besar a la novia". Una vez más, el tono alegre del sacerdote sacó a Sabrina de sus pensamientos.

La mente de Sabrina se quedó aturdida por un momento.

¿Besar a Sebastian aquí?

¿Cómo podría?

Ella no se atrevía a besar a dos hombres en un lapso tan corto de dos meses, incluso si no había visto el rostro del hombre muerto.

Ella sentía una sensación de culpa en su corazón y estaba un poco disgustada consigo misma.

Por instinto, Sabrina volteó la cabeza hacia un lado. Desde lejos, Grace, quien estaba sentada en el asiento de invitados, pensó que Sabrina era tímida. Grace miró a la pareja con una sonrisa amable.

Por otro lado, Sebastian se inclinó con fuerza, le agarró el rostro con precisión y la besó.

Ella no tenía adónde correr y no podía luchar frente a Grace. La sensación de ser controlada por él en sus brazos una vez más le recordó a aquel hombre muerto.

Tanto Sebastian como ese hombre, tenían la misma fuerza dominante.

Después de este beso, toda la cara de ella se sonrojó como un langostino cocido, pero Sebastian también tuvo un sentimiento distinto. Él siempre había sentido como si la hubiera conocido de antes.

El sentimiento desconocido hizo que él se sintiera extremadamente molesto en su corazón.

Su madre dio un aplauso y dijo: "Les deseo una vida juntos para siempre y llena de bendiciones".

Fue una boda presenciada solo por el sacerdote, y la madre del esposo. Sin embargo, en cierto rincón fuera del restaurante, todavía había tres personas escondidas.

Eran Lincoln, Jade y Selene, la familia de los tres. Ellos habían sufrido tal humillación, ¿cómo podrían estar contentos?

Selene estaba especialmente celosa hasta el punto del frenesí.

La familia de los tres estaba reflexionando detrás de la escena. Dado que Sebastian no sabía que Sabrina era la persona que lo salvó con su cuerpo ese día, ¿por qué quería casarse con ella y prometió casarse con Selene dos meses después?

Debería haber otras razones para todo esto.

Casualmente, una mujer vestida de enfermera pasó junto a ellos en ese momento. Jade se acercó y le hizo algunos cumplidos a la mujer de 50 años, luego fingió un tono indiferente y preguntó: "¿Por qué la pareja celebró una boda tan modesta? ¿Ellos ni siquiera invitaron a sus amigos y familiares?".

"Bueno", la cuidadora suspiró, "Es bastante triste. El hijo de esta señora es una persona exitosa, pero a ella solo le quedan dos meses de vida. La chica es alguien que la madre aprecia, pero el hijo no parece quererla. Sin embargo, él quiere cumplir el deseo de la señora, así que celebraron una boda modesta aquí".

Jade se quedó sin palabras.

¡Así que eso fue todo!

Ella le contó a su esposo, Lincoln y a su hija, Selene, las buenas noticias.

Selene se puso aún más celosa: "¿Cómo pudo Sabrina ganarse el apoyo de la madre de Sebastian? ¡La haré desaparecer de inmediato del mundo entre Sebastian y yo!".

Selene sacó su teléfono y marcó una serie de números. "Hayes, ayúdame a lidiar con una mujer, ¡a cualquier precio!".