Narra Camille

Desde que vi por ultima vez a Logan, me he estado sintiendo fatal, se supone que al fin debería de olvidarme de él, digo, a estas alturas ya debió haberse casado con esa mujer, sin embargo, me enteré de que aún no lo ha hecho. Sus ultimas palabras fuero que se iría al extranjero y claro que mis compañeras de trabajo escucharon y me trataban de alentar para que pidiera permiso al jefe e irme a buscarlo y decirle que aún lo amo.

No era mala idea, sólo que me detiene su pronta boda.

¡Dios! Como quiero gritarle que aun lo amo y que la bebita que espero es su hija. Algo que habia quererle decir desde que me enteré de mi embarazo, sólo que nunca me dio la oportunidad de decírselo.

—¿Estás bien? —Helen me saca de mis pensamientos y suspiro.

—La verdad, no. Aun sigo pensando en Logan. —Le confieso con cierta tristeza.

—Te hemos dicho que vayas a buscarlo. —Sé que tiene razón. Pero…

—No sé a donde se fue. —Está ese pequeño detalle.

—Es verdad. ¿No conoces a alguien que lo sepa? —