Capítulo 54

_ Pensé que Agnes le había dicho que no quería ver a nadie, sin excepciones _ él sacó un pañuelo de seda y lo colocó en sus nudillos _ por favor vaya a lavarse esa herida.

_ Mehmed, ¿Por qué me tratas de usted? Necesito hablar contigo de un asunto muy urgente, mis nudillos no importan, luego les daré atención.

_ No quiero hablar de otra cosa que no sean negocios, a partir de este punto va a ser así, si no se trata de esto me va a disculpar pero quiero estar a solas.

Mehmed cerró la puerta de su despacho en la cara de Iris, ella se apoyó de ahí y empezó a llorar, cuando el turco escuchó el llanto de la mujer sintió como si le estuvieran clavando puñales en su corazón.

_ Te amo Mehmed _ ella dijo en un susurro mientras apoyaba su frente en la puerta _ pero al parecer tú ya no.

_ Te amo Iris _ él empuñó las manos _ pero en tu corazón solamente yace Luca Montecristo.

Agnes llevó a Iris a su oficina, estando ahí le curó los nudillos, ella n

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