_ No te dejes llevar por las apariencias, puedo dejarte lisiado por varios meses, ahora llama a tu jefe si no quieres arrepentirte.

_ Ja _ dijo el hombre con voz ronca _ no me hagas reír, soy el doble de tamaño que tú, además en estos momentos el bar se encuentra cerrado, largo de aquí.

Él puso su mano pesada en el hombro de Mehmed, el hombre solamente se dio la vuelta y le dió un puñetazo en su estómago que lo dejó sin aire.

_ Ahora ve por tu jefe, no quiero perder más tiempo con un simple peón. 

El hombre no se atrevió a retar a Mehmed nuevamente, fue donde el dueño de la discoteca y él fue a recibirlo sumamente enojado ya que lo había interrumpido mientras estaba con una empleada del local.

_ ¿Qué demonios quieres? 

El hombre estaba aproximadamente en sus treinta años, tenía un bigote que se