Jasmine:

—Conozco a Serenity mejor que tú y te aseguro que ella no hará eso. Tienes que dejarla salir.

—Tú no eres ella. No puedo creer en tu promesa.

Jasmine se quedó sin palabras.

Era como tratar con una roca obstinada. No importaba cuánto ella le dijera, él no podía escuchar ni una palabra.

Josh rápidamente recuperó su teléfono y consoló a Jasmine:

—No te enojes con él. Está perdiendo la cordura. No ha pasado por esto antes, así que es normal que no sepa manejarlo bien. Si lo tratas de manera seria, solo te enfadarás.

Jasmine abrió la boca, sin saber qué decir.

Siempre había visto a Zachary como una persona madura y estable. Aunque tenía una expresión seria, era muy bueno tratando con la gente.

Inesperadamente, ahora había encerrado a Serenity a su lado, impidiéndole regresar.

—Zachary, ¿cómo está Serenity ahora?

Preguntó Josh con preocupación:

—¿Qué le hiciste?

—Yo, yo no le hice nada. Ella quería irse, cerré la puerta con llave y tiré la llave. Intentó trepar la pared con una esca