Después de salir, Josh se dijo.—Un hombre que exige mucho la limpieza no aparta a ella cuando le vomita en la ropa, tiene que quererla mucho para aguantarlo.

No podía decir nada.

Él, Josh Bucham, seguía siendo un gran admirador de la esposa de Zachary y la admiraba hasta la médula.

Dentro de la casa, Zachary se quitó el abrigo y lo tiró al suelo, luego se quitó el abrigo de Serenity y también lo tiró al suelo.

Más tarde lo limpiaría y lo arreglaría.

Primero tuvo que llevar a esta borracha a la habitación.

—Zachary ...

Serenity, que había vomitado, no sabía si estaba un poco consciente o más cómoda, y empezó a murmurar.

Mientras estaba en brazos de Zachary, de repente le llamó su nombre.

—Estoy aquí.

Zachary respondió con voz suave. Llevándola a la habitación, una vez dentro, notó que algo era diferente.

Todas las cosas que le pertenecían a ella habían desaparecido.

¿Estaba ella, en un arrebato, mudándose de nuevo a su propia habitación?

Zachary se quedó en silencio en la puerta de la h