El señor Brown fulminó a su esposa con la cara hosca y le preguntó.—¿A quién has buscado para ser intermediario?

—¿A quién? El abuelo de Liberty. Me enteré de que la abuela de Liberty estaba en hospital, así que fui al hospital a verles y les dije mi petición, y entonces el viejo codicioso me pidió catorce mil dólares. Me negué y regateé con él, y finalmente le di ocho mil dólares.

—Me aseguró una y otra vez que intervendría y persuadiría a Serenity, pero Serenity Hunt ni siquiera persuadió a Liberty del divorcio, simplemente cogieron el dinero pero no cumplieron su promesa.

En cuanto la señora Brown terminó sus palabras, el señor Brown le dio una fuerte palmada en el brazo.

—¿Eres estúpida que confías en los parientes de Liberty Hunt? Además, ya has sabido el conflicto entre ella y ellos. Podrías haber acudido a cualquiera, pero acudiste justamente a ellos, ¡simplemente has perdido la cabeza!

—¡Ocho mil dólares, gastaste ocho mil dólares!

El señor Brown estaba tan enfadado con su espo