—Todavía no estoy seguro, regresaré después de que se resuelva el asunto.

—Entonces dime el día en que te vas a viajar, y te ayudo a empacar y te llevo al aeropuerto.

No había ropa para ella en su habitación, Serenity regresó a su habitación para cambiarse y arreglarse.

Al ver que estaba a punto de irse, Zachary no pudo evitar extender su mano para agarrarla, sus ojos negros miraron su rostro lindo:

—¿Eso es todo?

Serenity se quedó sin palabras.

Ella parpadeó, sin entender lo que quería decir.

¿Qué más?

¿Acaso tenía que llevarlo a la ciudad donde iba a tener un viaje de negocios?

—¿Acaso puedo acompañarte?

Zachary se quedó sin palabras.

—Entonces, ¿no es suficiente que te lleve al aeropuerto?

Zachary la soltó.

Serenity miró sus manos, frunció el ceño y dijo:

—Creo que te comportas extrañamente en los últimos días y ya no hablas claramente. Siempre quieres que adivine. Soy tan tonta que no puedo adivinarlo.

—Voy a cambiarme de ropa. ¿Deberíamos salir a desayunar más tarde o hacerlo yo m