—Te he preparado agua con azúcar moreno y jengibre, si no tienes tiempo de bebértela ahora, te la pongo en el termo y te la llevas a la tienda para beber.

Serenity le miró con cierta sorpresa.

No pensaba que él realmente preparara agua con azúcar moreno y jengibre para ella.

Zachary lavó el termo, vertió en él el agua azucarada hervida, luego lo puso en la bolsa y se lo entregó.

—No olvides bebértela.

Serenity cogió la bolsa con el termo, le dirigió una mirada profunda y le dijo.—Adiós.

Y se marchó.

Zachary se quedó mirándola salir por la puerta.

—¿Por qué no la acompañas a la puerta?—la abuela le dijo.

—Ella sabe por dónde se abre la puerta.

—...—la abuela estaba sin palabras.

Estaba a punto de elogiarle por sus progresos cuando Zachary le dio otro golpe, el chico, de verdad... la dejó sin palabras.

—Abuela, por cómo me acaba de mirar Serenity, creo que me habría besado si usted no hubiera estado allí.

—...—otra vez la abuela no sabía qué decir.

Zachary volvió tristemente al lado de s