Capítulo 2945
—Mamá, sé quién nos hizo esto a papá y a mí. Fueron tus tres nueras. Esa botella de vino fue de Ricardo, Ricardo no tiene motivos para hacernos daño, debe ser Catalina.

—Mamá.

Sandra ya entró en el coche.

Giselle se apresuró a lanzar al coche pero ni siquiera pudo alcanzar la puerta.

Justo cuando el conductor estaba a punto de salir, Sandra bajó la ventanilla e indicó a los guardaespaldas que soltaran a Giselle.

Giselle, llena de sorpresa, se quitó de encima a los guardaespaldas y corrió hacia ellos.

—Mamá, ¿ya me crees? Lo que te he dicho es verdad. Has estado en el hospital cuidando de mi papá y no has tenido tiempo de investigar. Cuando llegues a casa, seguro que podrás llegar al fondo de las cosas.

Sandra la miró y dijo fríamente: —Lo sé, lo sé todo.

Giselle estaba más alegre aún.

Sabía que era imposible que su madre no lo adivinara.

—Pero, ¿y qué si lo sé? ¿Puede hacer que nunca os haya pasado nada a vosotros?

La expectación de Giselle se enfrió al instante.

—Mamá.

Los ojos de Gis
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