—Veo que Eneko no está nada ocupado, puedes darle más trabajo.

—Está limitado en lo que puede hacer. Ya se encarga de lo que pueda.

La capacidad de Eneko no era mala, pero comparada con la de su hermana, siempre fue inferior.

Además, el Grupo Díaz había sido dirigido por Luna durante bastantes años, y ella había acumulado más experiencia que Eneko.

Luna se rio de repente y comentó: —Si Eneko se entera de que me has dicho que le dé más trabajo, se pondría a saltar.

—No me importa. Estás tan cansada todos los días mientras que él tiene mucho tiempo para salir con diferentes muchachas, ir de compras y disfrutarse de comidas ricas. Me siento injusto por ti.

—Estoy acostumbrado a este tipo de vida. Si de repente un día no tengo que hacer nada, me sentiré incómodo.

—¿Dónde está Liberty? —preguntó Luna.

—En el Hotel Viva esperando a que vayamos a reunirnos con ella. O, le diré ahora que se ponga en marcha e iremos directamente desde aquí.

Luna preguntó: —¿No acordaron eso de antemano?

—Se aco