Darrell preparó una tetera de té.

Audrey sirvió a Sandra una taza de té, la colocó frente a ella, la miró, con los ojos brillantes, y le preguntó: —Ahora que nos has encontrado, ¿nos vas a entregar el puesto de la cabeza de familia?

Su hermana había fallecido, pero ella seguía viva, y tanto ella como su hermana tenían hijas.

Si siguiera las reglas de la familia Fisher, su hija tendría que tomar el apellido Fisher y heredar la cabeza de la familia, pero Elisa no estaba dispuesta a hacerlo, y Audrey tampoco quería ese puesto, así que la descendencia de su propia hermana estaría bien.

Sandra no esperaba que Audrey le preguntara así.

Las dos no se habían visto en décadas y, cuando se reunieron, su sobrina le habló con mucha frialdad y no le creyó ni una palabra.

Sin embargo, Sandra tampoco esperaba que Audrey la creyera.

Ya conocía las hazañas de Audrey en Wiltspoon.

Aún así, ella no podía esperar que Audrey hablara de tal manera.

Por un momento, Sandra no supo qué responder.

La señora Sto