—Es solo para ayudar a la gente a encontrar información. Como tenemos muchos familiares, nuestra habilidad para encontrar información es de primer nivel. Así ofenderemos a la gente fácilmente.

Quiana parpadeó y sonrió: —Entonces, ¿es como un detective privado, verdad?

—Exactamente, más o menos.

—¿¿Es este negocio rentable??

Alejandro reflexionó un momento y respondió: —... No está mal, es bastante rentable.

Quiana incluso preguntó si era rentable.

Alejandro encontraba a Quiana cada vez más interesante y se enamoró aún más de ella.

Se había enamorado de ella a primera vista y cada vez más, porque era la única persona en el mundo que podía hacerlo parecer un hombre normal.

Cada vez que la veía, tenía que esforzarse para controlarse para no ser baboso. Porque deseaba abrazarla y besarla con todo su ser.

Siendo un hombre soltero de unos treinta años, nunca había experimentado la sensación de abrazar o besar a una mujer debido a su enfermedad.

No importaba lo hermosas que fueran otras mujer