De hecho, hay fantasmas, pero no todos pueden verlos. Pero el tiempo de su aparición es muy corto, solo un segundo, por lo que no puedes verlo si parpadeas.

Lucas frunció los labios y no dijo nada.

«¡Qué hablador tan tonto!»

Las dos personas salieron del hotel por el pasadizo secreto. Había muy poca gente en la calle y el volumen de tráfico también había disminuido. La calle que todavía estaba bulliciosa hacía dos horas se fue calmando poco a poco.

—Es muy tarde. Ni siquiera puedo llevarte de compras conmigo. Las tiendas están cerradas. —murmuró Kevin.

Lucas le advirtió fríamente: —¡No puedes volver a enviar faldas, tacones altos y joyas a mi oficina!

—Solo quiero ver lo hermosa que te ves cuando te pones ropa de mujer.

Lucas repondió con el rostro sombrío: —Solo uso ropa de hombre.

Su guardarropa estaba lleno de ropa de hombre. Nunca había usado falda desde que era niña y mucho menos tacones altos. Para alguien como ella, que estaba acostumbrada a caminar con zancadas largas, probable