Serenity no pareció entender lo que Tania quería decir y sonrió: —Sí, a cualquiera que haya conocido a Sonny le agrada mucho.

—En la Mansión Johnson, a toda la familia Johnson también le agradaba Sonny. Cuando lo traje de vuelta, la abuela Johnson incluso estaba muy reacia.

Serenity tomó a Tania del brazo y entró en la casa.

Tania sonrió y dijo: —La abuela Johnson no quería separarse de Sonny, y la abuela May no quiere dejar ir a Ruby. Incluso quiere llevársela de regreso para criarla.

—Eso es cierto. La abuela no podía apartar la mirada de Ruby cuando la vio. Incluso podía sentarse junto a la cuna y mirarla todo el día sin aburrirse.

Tania sonrió: —Así es, si hubiera una niña tan linda a mi lado, haría lo que Abuela May hizo.

La familia York no había tenido hijas desde hacía varias generaciones, lo que hacía que toda la familia esperara con ansias la aparición de hijas, al igual que la abuela May.

—Si te sientes aburrida en casa, puedes ir a la ciudad a divertirte. O puedes mudarte y